Tenemos en la Colectiva muy estudiada la violencia contra las mujeres en Hidalgo, decirles que todas las violencias contra las mujeres son resultado de una discriminación, es decir de falta de acceso a derechos, y que aunque están incluid
as en la Ley de Acceso a las Mujeres a una Vida Libre de Violencia(S) algunos de los tipos y modalidades, faltan todavía varias como la violencia vial, la femiviolencia, la violencia intervencionista de partidos y as
pirantes a puestos públicos.
Muchas violencias quedaron integradas en una ley que es declarativa y que debería llamarse, esta es una primera propuesta, Ley que Garantiza el Derecho de las Mujeres a una Vida libre de Violencias, porque nombrar crea realidades.
Desde luego, no se pretende que todas las violencias sean llevadas al ámbito penal, por lo que es urgente la consolidación de la implementación del Sistema de Justicia Cívica en el estado, que permita el reconocimiento de las faltas y la modificación de conductas con la obligatoriedad de capacitación en la transformación de las masculinidades y género; la reparación económica del daño a las mujeres víctimas de violencia y la retribución económica y reparación a la sociedad por el daño causado.
Esto generaría recursos también para los municipios.

¿Qué otras Políticas Públicas de Atención podemos implementar para disminuir la violencia contra las mujeres?
Se requiere la atención urgente y prioritaria de la violencia familiar, delito padre de muchos otros como desapariciones, homicidios dolosos, feminicidios o trata de personas.
El 70.8% de las desapariciones de niñas, adolescentes y mujeres son ausencias derivadas de conflictos intrafamiliares y una comunicación ineficaz y violenta, y de estas, el 62.4% son de menores de edad.
En los informes realizados se detectó que la violencia familiar y en específico los problemas con las madres, que tienen que ver con los roles de género, son la principal causa por la que niñas, adolescentes y mujeres se ausentan de los hogares y son reportadas como desaparecidas, esto que implica activar toda la maquinaria de seguridad y justicia del estado, intentamos establecer un costo de estas ausencias voluntarias y es incalculable económicamente.
¿Cómo empezamos?
Implementando la materia de Transformación Pacífica de Conflictos, Comunicación Efectiva y Autocuidado en sexto y primero de secundaria; como una materia teórico-práctica, más práctica que teórica, ya que el dato sobre que un 42.1% de las niñas y adolescentes que se ausentaron de sus hogares estaban matriculadas en una institución educativa nos indica que podemos incidir de manera eficaz en instituciones educativas.
Aprovechar la estructura educativa para que padres y madres también cursen por las tardes o en sábados, las materias de Transformación Pacífica de Conflictos, Comunicación No Violenta y Convivencia con adolescencias.
El Instituto Hidalguense de las Mujeres en coordinación con el Sistema DIF, deberá implementar un proyecto de espacios de capacitación para el desarrollo de maternidades amorosas diseñado por especialistas con lugares para que las madres puedan asistir sin la preocupación del cuidado de sus hijos e hijas.
Finalmente, se ha dejado la carga de la autoprotección contra la violencia familiar en las mujeres, tenemos 21 años desde que se creó en Instituto Nacional de las Mujeres diciéndoles que aprendan a reconocer la violencia en un Violentómetro, que ellas se salgan del hogar violento, que busquen apoyo y denuncien, pero: ¿Cuál es el trabajo que se ha hecho con los generadores de violencia, que en 97% son hombres? Nada.
Se propone la creación de un Instituto para la transformación de las masculinidades que implemente una política estatal integral de trabajo con hombres de todas las edades sobre sus masculinidades violentas, corresponsabilidad en el embarazo, la crianza y las labores domésticas.
Asimismo, manifestamos la urgencia de la creación del entramado jurídico que dé lugar a la creación del Sistema Estatal de Cuidados.
Estamos en contra del salvacionismo blanco, por eso creemos que cada grupo interseccional debe enfocar sus esfuerzos para que traduzcan estos hallazgos en la construcción de otras nuevas políticas con las diversas perspectivas interseccionales (mujeres indígenas, discapacidad, en pobreza, de diversidad sexual) y trabajar en la atención a la problemática presentada que puede variar de acuerdo a las circunstancias de cada una de ellas.
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